Para qué callar
Tanto silencio arrepentido,
Tanto amor a la deriva.
Bajo qué movimiento esa pálida muerte
Llegará con sus arcabuces
A deshacernos el mundo.
Estas manos que aún esperan
Caminar ilesas por algún lejano cuerpo,
Quizá ese cuerpo,
Dónde irán a reposar de tajo.
Sombra,
Río que fluye desvelado,
Océano y lágrima,
Árbol de hojas blancas sobre un viejo páramo,
Ese oleaje es el amor de los hombres.
Para qué callar entonces
Tanto amor a la deriva,
Tanto río.
Nació en Bogotá en 1978. Ingeniero de profesión, ha transitado en la poesía desde edad temprana, asistiendo a talleres dictados por Federico Díaz-Granados y Jaime García Maffla. Finalista en 2007 del premio internacional de poesía breve, celebrado en Buenos Aires, Argentina, con la primera parte de este libro, La humanidad de las cosas. Trabaja en la actualidad un libro de ensayos acerca de los episodios más cruentos de la violencia en Colombia. |